En pleno siglo XXI, en donde se supone una sociedad global tecnológica y científicamente orgullosa, cual fuese la herramienta para el desarrollo del hombre y la sociedad contemporánea que halla dado tantos frutos en tan corto plazo. Nunca fue pensado de manera seria en el siglo XIX que el hombre sería capaz de llegar a la luna, o que se podría modificar genéticamente a seres vivos o que la generación de energía nuclear saldría de los libros para materializarse en la vida real.
Pues esa misma ciencia orgullosa de su desarrollo técnico es la que en manos del capital se ha vendido a los intereses de empresas las cuales su unico fin es la generación de recursos económicos y no el desarrollo íntegro del ser humano, ese debería ser la motivación principal del desarrollo científico; ayudar a preservar la especie, no ha destruirla.
En el mismo contexto cultural occidental tenemos que la burocrácia, propia de la racionalidad europea, se ha encargado de establecer leyes que modelen el desarrollo de la sociedad, con el argumento de “estamos cumpliendo con la ley” empresas transnacionales y mounstros del poder del capital han hecho y desecho en Europa y ahora, despues de ver contaminadas sus aguas y sus tierras no se les ocurre nada mejor que ir a dejar su basura química al continente que cruza el atlantico... America, o más bien Latino America, cuya región llena de una identidad de resistencia hasta los días de hoy aún sigue siendo un punto de extracción de materia prima para la gran industria y mano de obra barata para el “primer mundo.”
El desarrollo técnico propio de la ciencia y el aparetaje legal institucionalizado por los estados y gobiernos de turno han permitido que empresas gigantescas como Shell, Enel, Texaco, entre otras puedan extraer “materia prima” para generar energía o de frenton producir energía en el país a bajo costo y a un impacto ambiental desmedido y no tomado en cuanta a la hora de la toma de desiciones.
Ademas importante es resaltar que en la región latinoamericana existen variadas comunidades indigenas costeras y rurales o selvaticas las cuales tienen su propio estilo de vida y generan su propia cultura local, y es de importancia como un derecho humano respetar ese estilo de vida adoptado por tales comunidades y no permitir que los territorios ocupados por estas personas sean intervenidos por gigantescas transnacionales llenas de ambición y con fines de lucro sin medida. Es ahí donde existe el problema. Que las empresas no respeten la vida es un asunto ya conocido, pero que el estado pase por alto derechos establecidos en la contitución , convenios y cualquier ética o principio que mantenga la dignidad del ser humano sobre todo, eso es lo preocupante.
Estas lineas se refieren al contexto global, al imperialismo económico ejercido por las grandes potencias y a la crítica situación que nos deja a nosotros los latinoamericanos como colonias del imperio, como material listo para sacar y exportar, como personas con calidad de vida la cual tiene un valor cero para la economía mundial y su bolsa de valores.
Urge resguardar la identidad latinoamericana, su cultura, sus pueblos, sus raices, y es de suma importancia buscar alternativas de desarrollo que sean capaces de conllevar una relacion amistosa con la naturaleza, los individuos y la economia, tanto a nivel local como global. Sólo esta armonía entre naturaleza, economía y sociedad, sumado a la busqueda de independencia de la matriz capitalista del mundo, la macro economía depredadora, nos permitirá concervar nuestra cultura, estilos y formas de vida y de ver el mundo, como una región con caracteristicas sociales y culturales distinta a las otras.
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